Pedir ayuda - Vivir la pérdida

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Pedir ayuda

No es fuerte el que no necesita ayuda, sino el que tiene el valor de pedirla cuando la necesita.


Aunque el dolor, la soledad y los trastornos que acompañan al duelo son algo normal y natural (ver reacciones habituales), debemos plantearnos hablar con alguien sobre nuestro duelo si sufrimos de manera prologada alguna de las siguientes reacciones:

- Intensos sentimientos de culpa, que van más allá de la culpa habitual por lo que hicimos o dejamos de hacer por la otra persona.

- Pensamientos persistentes de suicidio. Diferentes del deseo pasajero de estar muerto o de poder reunirnos con nuestro ser querido.

- Desesperación extrema; la sensación mantenida de que por mucho que lo intentemos nunca vamos a volver a recuperar una vida que valga la pena, que la vida se ha terminado para mí.

- Ansiedad o depresión prolongadas, ataques de pánico, la sensación de estar "atrapado" o "ralentizado" mantenida a lo largo de periodos de varios meses; o, por el contrario, la sensación de estar bloqueada, incapaz de sentir nada.

- Síntomas físicos que nos impiden llevar una vida normal. Descuido de la propia salud.

- Ira incontrolada y persistente o amargura, que hace que nuestros amigos y seres queridos se distancien poco a poco de nosotros.

- Dificultades continuadas de funcionamiento que se ponen de manifiesto en nuestra incapacidad para conservar el trabajo o realizar las tareas necesarias para la vida cotidiana.

- Abuso de sustancias, confiando demasiado en las drogas o el alcohol para amortiguar el dolor por la pérdida.

- Conductas autodestructivas que ponen en peligro nuestro puesto de trabajo, nuestras relaciones (pareja, hijos, amigos…), nuestra economía o nuestra integridad física (conducir a alta velocidad, etc)

- Puede ser también la sensación de tener asuntos pendientes con nuestro ser querido que no nos permiten avanzar en el duelo.


Se te sientes identificado con alguna de estas situaciones es importante pedir ayuda. Es muy difícil salir adelante solo, sin alguién que te escuche y te oriente.  
Puedes solicitar ayuda de un psicólogo o psicoterapéuta con experiencia en pérdidas, acudir a alguna asociación o grupo de ayuda a personas en duelo, grupos de padres que han perdido un hijo, etc.


 
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